LOS RECUERDOS ENCOGEN!

IMAGEN DE UN CERRO QUE HA ENCOGIDO!( de la galería de Don Pampa
http://picasaweb.google.es/pampanitosoy
Suelo recordar a mi casa baquedanina... tenía dos puertas en la fachada, luego venían un montón de habitaciones y dormitorios de diferentes dimensiones, un enorme comedor, la cocina, la bodega, la lavandería, la carbonera. En el patio estaban los gallineros y corrales, el jardín y el servicio higiénico. Un enorme portón que se cerraba con tranca de fierro daba hacia la pampa . Paralelo a las casas del pueblo había un camino de tierra y más allá unos basurales , los enormes tubos del agua, más allá pampa pelada y la falda del cerro que no tenía ningún nombre.
Durante muchos años recordé a mi casa baquedanina como una inmmensa casa de techo alto, pero cuando entré a la misma durante una visita en 1997, me asusté de lo tanto que había encogido...La verdad era que yo toda entera había crecido y mis recuerdos estaban en proporción con la estatura de la niña que fuí. La casa no era inmensa ni tampoco alta... Las paredes en general estaban surcadas por rajaduras causadas por los sismos...pero ya no eran las altas paredes que yo recordaba!
Al cerro de atrás de las casas aún lo recuerdo alto y majestuoso...pero al igual que mi casa, debe haberse encogido...Para mis ojos de niña era inmenso y para mis cortas piernas infantiles una hazaña subirlo hasta la cima y tener una panorámica del pueblo y aún de más allá, mucho más allá donde reposaba una cadena de montañas azuladas por donde aparecía el tren del sur. El subir a mi cerro por el lado del pueblo no era todo, sino que se acostumbraba a bajar hasta el RIO SECO...que aún regalaba preciosas piedras pulidas y hasta redondeadas para jugar a la payaya...De vez en cuando encontra hasta alguna especie de piedra pómez que servía para raspar el chuño de las rodillas, codos y talones...Era también un incentivo de la excursión.Más allá del Río Seco era pampa y más pampa y cerros y cerros. Volver a subir el cerro desde esa perspectiva era lo más difícil porque ese lado era escarpado...nuevamente llegaba a la cima y le daba una última mirada al pueblo antes de bajar corriendo con cuidado de no caer rodando contra las grandes piedras. Esa hazaña era como haber participado en las olimpiadas de los sube-cerros. Creo recordar cuándo fue una de las últimas oportunidades que lo subí..(o la última), fue en mi adolescencia...y de eso les contaré en otra ocasión. Cómo me gustaría tener las energías de entonces y volver a subirlo, sentarme en la cima y ver aparecer desde lejos el tren del sur ...bajar hasta el Río Seco y buscar cinco piedras pulidas como entonces, meterlas en mi bolsillo y volver a subir a mirar mi pueblo desde su cima y bajar corriendo hasta el portón de la que fue mi casa y encontrarme nuevamente con los míos. Es al final nada más que un sueño...Un sueño !
En la galería de Don Pampa he encontrado ese cerro del Baquedano de hoy...Es el mismo de mis recuerdos o el cerro más bajito que quedaba más al norte del pueblo???...Qué importa, es del pueblo de mi niñez...y de enorme, pues nada!,como pueden ver...La cruz, el caminito y el alumbrado son elementos nuevos en los cerritos del Baquedano de mis recuerdos...Igual llega hasta mi corazón de hija de la pampa nortina.
Saludos a todos y aquí también les dejo esta hermosa imagen de los cerros de la pampa, especialmente para quienes no conocen subelleza...es de la galería de don Pampa

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Y ENCONTRARÁN GRANDES SORPRESAS ...SALUDOS Y BUENOS DESEOS DE
PAMPINA