martes, 24 de junio de 2008

LOMAS BAYAS EN EL RECUERDO


EL LETRERO, EN BAQUEDANO, QUE INDICA EL CAMINO HACIA LOMAS BAYAS
(foto cedida por mi amiga O.C de Antofagasta)


(IMAGEN DE LOMAS BAYAS, de google)
24 de junio: Quiero dar las gracias al profesor de Biología de Antofagasta que me envió unas buenas imágenes de Baquedano que me serán de gran utilidad. Aunque nacido en Antofagasta, parte de su niñez transcurrió en este tranquilo pueblo y recuerdo con intenso cariño a él y toda su familia: sus padres, abuela, tías y primos. Gracias profe!!!
OTRAS COSAS.
He visto un mapa de Baquedano en Google Earth y me doy cuenta que el pueblo, visto desde arriba (imagen satelital) no es nada fácil de reconocer (es que hace varios decenios que no he estado ahí)...también veo inmenso el mineral de Lomas Bayas . Y es que ya lo prometía cuando en 1997 me llevaron mis amigos Marcela y Jorge a una corta visita. Ese año ya habían empezado a destruír los cerros para sacar cobre de sus interiores...y no tenía nada que ver con la mina en que pasé largos períodos por los años 60. Por la cercanía, Lomas Bayas está muy ligada a Baquedano porque mucha gente del pueblo trabajaba transportando mineros, minerales, agua y comida a la modesta mina de entonces. Personalmente estoy más ligada a Lomas Bayas que muchos, porque soy una de las pocas personas que nacieron en ese lugar. Por eso soy PAMPINA!

Nací en esos tiempos cuando los mineros bajaban con pala y picota a sacar el mineral de las entrañas de la tierra y se alumbraban con lámparas a carburo.
No existía ni radio, ni teve ni nada...el agua se llevaba en camiones al campamento.
Los hombres se entretenían jugando a las cartas o a los dados. Mi padre guardaba pepitas de oro que había conseguido buscando vetas en otros lados y jugaba su tesoro en largas sesiones de juego con otros mineros. Se decía que cuando un jugador iba cargado de oro por la noche oscura un desconocido vestido de negro que llevaba sombrero puesto, se le aparecía para ofrecerle un pacto de otro mundo..El hombre de negro tenía anillos dorados en todos los dedos de sus manos y su dentadura era toda de oro. Me contaban que cuando bebé mi papá me llevaba en una canastita a sus sitios de juego, tanto como amuleto para la buena suerte como protección contra el aparecido.
UNA PEPITA DE ORO (más bien una pellita de oro, que era más grande que una pepita)(imagen de google)

El norte de Chile y su zona minera está llena de historia de aparecidos, de lloronas, de extraños bichos y de tesoros enterrados ...y también de historias de mujeres y hombres especiales, como don Pedro, minero de Lomas Bayas, que a pesar de haber querido tanto a su joven esposa y a sus dos hijos, los abandonó con algunas explicaciones en una carta que sus pequeños hijos nunca pudieron leer para comprender un poco a ese hombre del que llevan su sangre. Tampoco tienen una sólo fotografía que les diga cómo era la imagen de ese padre ya fallecido, porque en esos tiempos la gente no tenía muchas posibilidades de fotografiarse. Esa es una de las historias que se cuentan...y esa es real porque conozco personalmente a la señora y los hijos de don Pedro.
Ahora, mis queridos blogueros, un saludo a todos los hijos del Baquedano real, ese que sigue viviendo a pocos kilómetros de Lomas Bayas...y a todos los que viven por esos lugares a orillas del Trópico de Capricornio.
Les saludo con una sonrisa bien pampina!
PAMPINA

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