miércoles, 1 de octubre de 2008

FESTIVIDADES DE ENTONCES y EL GUATÓN LOYOLA

BAQUEDANO PUEBLO DE ENSUEÑO...así es el pueblo de mis recuerdos. Todos guardados en un baúl imaginario, donde viven en ese mundo que no se rige por las leyes impuestas por el hombre. Se que los recuerdos alegres y positivos viven en la superficie y son los primeros en salir volando y mostrar lo mejor de esa vida de entonces. Pero también existen los recuerdos negativos, golpeados, sangrados, insultados, humillados...y tratan de críar raíces en el fondo del baúl. Pero allí sólo los buenos recuerdos pueden echar raíces y crecer alegres bajo la luz del sol de entonces y cuando los recuerdos oscuros se aferran, me permito agarrarlos de las mechas y sacarlos a la vida actual para cortarles las raíces y meterlos nuevamente en la oscuridad donde no hacen daño. (En el idioma de los psicológos todos estos recuerdos tienen nombres definidos, pero de eso no se trata de psicoanalizarme)jajaja!

Cuando al pueblo llegaban las fiestas patrias y los días de ramadas, mis narices de niña olían los sucesos excitantes que se aproximaban: algo como lo que describe (LA CUECA DEL GUATÓN LOYOLA ...pero sin rodeo ni pintas de huasos, sino con un increíble guatón Taborga que peleaba y resollaba como torito bravo en una pelea dieciochera de los años cincuenta.


(recorte encontrado en Google)SOBRE LA PELEA DEL GUATÓN LOYOLA
Y es que se decía que para las fiestas los hombres se podían pelear a golpes y ajustar cuentas a mano limpia...y aunque parece medio salvaje, sólo ver a dos hombres darse de golpes y romperse las narices o la boca, formaba parte de las festividades (aunque los golpes eran bien en serio), los verdes carabineros se hacían los ciegos y sólo intervenían cuando la cosa llegaba a mayores...Finalmente había que apartar a los pugilistas pueblerinos para que siguieran peleando en las próximas fiestas patrias (todo un año de espera) o bien se les obligaba a hacer las paces y los hombres se tenían que darse la mano y hasta un abrazo y volver a ser amigos.
Muchos de estos casos se solucionaban a corto plazo, la última noche del año que se iba que era cuando la gente se daba abrazos y se deseaba un buen año ...entonces si coincidían los enemistados de las fiestas patrias se daban espontáneamente ese abrazo tan esperado, se deseaban lo mejor para el año que se iniciaba y se prometían dejar atrás todo la enemistad...ESO ME GUSTABA MONTONES!...porque la gente se vestía con sus mejores vestimentas para esperar el nuevo año y no eran muchos los que andaban con ánimos de peleas. En Baquedano se prendían salnatrones en las calles, se incendiaban viejos neumáticos ´, se reventaban cuetes y guatapiques..aún no se conocían los voladores...también algunos prendían especies de lámparas de papel que volaban en el cielo baquedanino mientras se escuchaba la sirena de la casa de máquinas que nos recordaba que el viejo año se retiraba a otros mundos invisibles y que un año bebé volaba por el mundo llegando hasta los ricos cerros de la pampa del norte chileno y nos llenaba de esperanzas poniendo fin a las enemistades!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Costumbres sanas en tu pueblo. Darse golpes en septiembre y en enero amigos otra vez. Saludable
de salnatrones escuché hablar
Siga adelante que regresare